Shushey

Martes 27 de noviembre del 2007.


¿Qué pasa cuando llega alguien a tu vida y cambia totalmente tu ser? ¿En realidad nos percatamos del momento en el que dejamos de brillar con luz propia para vivir bajo las sombras de la otra persona?...No lo se!! Son tantas preguntas que abordan mi cabeza, algunas con respuesta, otras no. En fin, sólo se que sucedió y me sucedió a mi, si, a mi!! Tal vez lo merecía, aunque en el fondo algo me dice que no.


Yo era una chica genial! Brillaba con luz propia siempre andaba de lugar a otro solicitada por medio mundo; en pocas palabras era "el ajonjolí de todos los moles" como me describían la mayoría de las personas que me rodeaban. Llevaba buena vibra de un lugar a otro, consiguiendo siempre lo que me proponía aunque eso implicara realizar el mayor de mis esfuerzos o contrastantemente sólo implicara manifestar una mirada coqueta.


Hace tres años inicie un estilo de vida muy rápido; me volví toda una protagonista de la vida como diría mi hermana. No me importaba el que diran, hacía lo que quería siempre y cuando no afectara a terceras personas; disfrutaba cada día, hora, minuto, segundo...sólo bastaba que tronara los dedos para tener a los tipos que me propuciese a mis pies. No había emociones, sólo era placer, sexo, deseo. Todo iba muy bien, hasta que la conocí...


Me encontraba disfrutando una experiencia maravillosa con un chico de otra ciudad (fué mi última relación con el sexo masculino). Se que "amor de lejos felices los cuatro" o "amor de lejos...amor de pensarse" pero repito, no había amor, digamos que nos adaptamos muy bien.


Recuerdo muy bien esa noche...era mi graduación y mi chico en turno no pudo viajar para estar conmigo, pero eso no me amargó la noche y al finalizar todo el protocolo me fuí con mi grupo a un antro, en el cual, para mi sorpresa, me encontré con una super amiga acompañada de tres chicas. Me acerqué y una de ellas me ignoró totalmente ¿Pueden creerlo? tenía cara de enfado, mostraba una actitud de nefastés total, después supe que era porque al día siguiente iba a presentar su tesis; pero bueno, esa es otra historia. Esa noche me sentí agredida y más porque una chica (aunque parece todo un machito) me bateo. En el momento decidí tragarme mi ego e irme a disfrutar mi gran noche con mis amigos.


A los pocos días recibí una invitación de mi super amiga para ir a su casa a a una reunión que curiosamente sólo sería asistida por cuatro personas...si!!! Lo que se imaginan! Mi amiga, una chica con la que andaba quedando (en realidad sólo fué carnal), la nefasta y yo. Al principio me encontraba indecisa en asistir pero al percatarme de que sería un favor personal accedí. Había poca tensión así que optamos por practicar ese tan famoso juego de la botella (la cual ya nos habíamos bebido completita); no se si fué coincidencia, casualidad, alineación de los astros o simplemente algo que ella deseara, pero en repetidas ocasiones (9 de cada 10) le tocaba mandarme o preguntarme algo, lo cual siempre caía en lo mismo "Besame" o "¿Quieres que te bese?" llegó un momento en el que me sentí agredida e incomoda y decidí abandonar el juego. Al finalizar la reunión logró su objetivo a la fuerza; me desconcertó, sorprendió y por inercia hubo rechazo de mi parte pero en el fondo se había implantado una semilla que poco a poco fué despertando sensaciones.