Shushey





“¿me podría pedir un taxi por favor?”… Fueron las palabras que rompieron el silencio en la entrada del hotel… pasaban de las cinco de la mañana y hacía un frio infernal. El recepcionista la invita a regresar a su habitación en lo que llega el transporte, pero ella prefiere esperar en recepción… su cabeza es un mar de ideas, las cuales prefiere no tratar de comprender… el silencio y el frio la envolvían, pero nada apartaba el deseo y la tristeza de su ser… deseo de estar con él, sentir sus caricias, su cuerpo, su piel; tristeza por no poder regresar a esa habitación y hacerlo… tenerlo tan cerca… pero a la vez tan lejos. Una sensación extraña la invade… su atención es capturada por un vehículo que se acerca a alta velocidad, frenando repentinamente en la puerta. Agradece al encargado por el servicio, al mismo tiempo que sube al coche. Salen del estacionamiento y el conductor quiere establecer algún tipo de interacción con la chica, a lo que ella se limita en contestar secamente las preguntas que le son realizadas, hasta que decide no prestarle más atención e ignorarlo. Las emociones empiezan a surgir… tantas preguntas… pocas respuestas… no quiere pensar… no quiere sentir… pero es imposible. Se recarga en la puerta del automóvil, dejándose llevar por todo a su alrededor… la tranquilidad del mar… el sonido del viento… la energía de las personas haciendo ejercicio a la orilla de la playa… de pronto llega ese monstruoso silencio y todo es cambiado por esa sensación tan familiar, la cual hace mucho tiempo no sentía… es algo indescriptible… es más que el dolor… es hambre por sentir las navajas nuevamente cortando su piel… esa mezcla entre el dolor y el ardor por sus brazos… observar cada herida… sentir la sangre desbordándose por su piel… una forma extraña de mantenerse en la realidad y dejar el sufrimiento de lado. Su pensamiento se reduce a planear la acción de tal forma que nadie pueda percatarse. Su mente es invadida por miles de preguntas… ¿en qué parte de su cuerpo puede hacerse las heridas para que nadie lo note? … ¿Podrá realizarlo al llegar a su casa? … ¿En realidad se deciso de esas navajas que guardaba tan celosamente bajo el botiquín de medicamentos? El regreso a casa le parece tan corto. Pospone su objetivo porque no puede demorarse más en su casa, va un poco retrasada. Llega a su habitación y es imposible evitar comparar su sentir de hace algunas horas con el estado de ánimo actual… hace horas se encontraba feliz, poco temerosa por lo que había decidido hacer, pero era más fuerte ese deseo, esas ganas locas de estar con él, esa fantasía transformada en realidad y sin importarle nada se dirigió a verlo; hoy… hoy sólo siente ganas de llorar… de gritar… esa sensación que le obstruye el pecho sin dejarla respirar… quisiera que todo terminara … ya no quiere sentir… sólo quiere llorar…


Lo deseaba como no tienen idea... es el hombre perfecto para ella… su sonrisa… su mirada… la manera en la que la rozaba accidentalmente… idealizó tanto a ese hombre…añoró ese momento con él.



Aquella noche no buscaba una promesa de amor…







Sólo quería sentirse querida, protegida, deseada…







SIMPLEMENTE QUERIA SENTIRSE ESPECIAL! …


¿Qué consiguió? … consiguió sentirse indeseable, poco mujer… estaba perdiendo a esa mujer sensacional que podía disfrutar plenamente su sexualidad sin tener dudas al entregarse a un hombre. Dónde estaba esa chica feliz, tan llena de vida, esa mujer que transmitía una sensualidad que la caracterizaba? … por más que intenta, no logra encontrar respuesta a eso… pero si de algo está segura, es que no murió esa noche en aquel cuarto de hotel… hace mucho tiempo que habia dejado de existir.




El psiquiatra le sugiere que retome su tratamiento, pero ella se niega a tomar antidepresivos nuevamente… no quiere ser feliz a base de pastillas… quiere encontrar su razón de ser… desea volver a vivir… pero ya no tiene fuerzas para hacerlo…
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2 Responses
  1. Sofía Says:

    holaaaa
    hace mucho no pasaba a leerte la historia en verdad me llegó y me conmovió....
    si supieras q en parte es como me siento con ganas de cortarme.... de cortarme.... de herirme....
    algo me detiene y aun no sé muy bien qué es....

    espero estés bien
    un abrazo mexicano...